Aumentar la resiliencia de nuestros clientes: mayor tranquilidad a los particulares y propietarios de pequeñas empresas

Nuestros productos dirigidos a particulares y pequeñas y medianas empresas están diseñados con una óptica de sostenibilidad, es decir, que contribuyen a objetivos ambientales de cambio climático y no causan un perjuicio significativo a los demás. Estos son algunos ejemplos prácticos:

Coche verde

Diseño de producto y coberturas sostenibles

Nuestros productos persiguen ofrecer soluciones aseguradoras que mitiguen efectos de cambio climático y potencien el uso de medios de movilidad ecológico, eficiente uso de energías y cobertura de energías renovables. En ese sentido se han incluido soluciones en nuestros productos que incluyen coberturas de cargadores eléctricos, placas solares, vehículos de movilidad personal, responsabilidad civil por contaminación medioambiental, fenómenos meteorológicos.

Tablet con datos

Intercambio de Datos a nivel sectorial

Hemos compartido en UNESPA el impacto siniestral histórico de eventos climatológicos que permitan conocer a nivel sectorial el impacto creciente en las últimas décadas de estos fenómenos y plantear mejoras a la definición cobertura riesgos extraordinarios del Consorcio de Compensación de Seguros. 

Lamada de ayuda

Alto nivel de servicio en situaciones posteriores a desastres

Como se ha demostrado en el desafortunado desastre causado por la DANA de Valencia en 2024, Generali ha facilitado un alto servicio en la gestión de la emergencia, colaborando con el Consorcio de Compensación de Seguros incluso en la gestión de siniestros cubiertos por este organismo. 

Cartel No CO2

Principio de no causar un perjuicio significativo a los demás (Do No Significant Harm)

Siguiendo este principio, en que el producto no debe perjudicar significativamente otros objetivos ambientales, nuestra política de suscripción y apetito a riesgo se centra en seguros para particulares y pequeñas y medianas empresas, por lo que nuestra oferta aseguradora es mínima en sectores como extracción, almacenamiento, transporte o fabricación de combustibles fósiles o seguro de vehículos, bienes u otros activos dedicados a tales fines.

Lluvia en Irlanda

Irlanda

En Irlanda, la cobertura contra inundaciones es parte de nuestra oferta de seguros para el hogar, siempre que las propiedades cumplan con nuestros criterios de suscripción. Utilizamos un sistema de terceros para evaluar los riesgos de inundación, teniendo en cuenta factores como la proximidad a ríos, zonas costeras y aguas superficiales, para garantizar precios justos y transparentes a nivel de límite de área pequeña (Small Area Boundary). Usamos las redes sociales para educar a los clientes sobre cómo preparar sus hogares para los eventos climáticos y advertir a los clientes con anticipación sobre las alertas meteorológicas rojas.

Modelización de riesgos climáticos

Utilizamos en nuestros modelos de riesgo una gran cantidad de datos meteorológicos externos proporcionados en Irlanda por proveedores externos o en España por la Agencia Meteorológica Española (AEMET), lo cual nos permite una segmentación más granular del territorio que incorporamos al proceso de suscripción.

Algunos ejemplos de uso de variables complejas son: Lluvia – alertas amarillas; número de días lluviosos; Tormenta – alertas amarillas y naranjas; número de días de tormenta; número de días de granizo; número de días de viento (> 55 km/h); velocidad media del viento; viento – alertas naranjas; recuento total de incendios forestales). Estas variables incluyen información histórica de los últimos 40 años, y se actualizan cada año.

Además, nuestro modelo de Prospective Rating Strength (PRS), que se actualiza mínimo dos veces al año, nos permite predecir los índices de siniestralidad en función de los datos históricos conocidos y estimaciones de cambios futuros en ciertas variables como son las pérdidas originadas por eventos climatológicos adversos.

Otros escenarios futuros complementarios a los modelos de riesgo se consideran principalmente a través del análisis de Sistemas de Información Geográfica (SIG), de cara a limitar la exposición a posibles eventos futuros, por ejemplo: el modelo de incendios forestales y la observación del impacto de los diferentes niveles de aumento del mar.